1. Navegadores

Un navegador o explorador (Browser en inglés) es un programa que permite ver la información de las páginas de Internet, es decir, permite cargar el hipertexto de las páginas (texto, imágenes, sonidos, vídeos, animaciones, etc.). El navegador, mediante el protocolo HTTP, conecta con la página a la que queremos acceder y lee su código HTML. Después de leer este código, carga la página y la muestra en pantalla. De este modo, podemos navegar por Internet y ver todos los contenidos. Además, mediante el explorador podemos copiar a nuestro ordenador cualquiera de estos elementos multimedia y descargar ficheros.

Estos programas actualizan sus versiones cada cierto tiempo y conviene tener siempre un explorador actualizado para poder disponer de todas las prestaciones. A veces, una misma página se ve de forma un poco diferente según el navegador que utilicemos. Conviene decidirse por un navegador, pero no está de más tener instalado más de uno, ya que en algunas páginas de Internet se avisa que están optimizadas para ser visualizadas con un navegador concreto.

Los exploradores más utilizados actualmente son Microsoft Internet Explorer, Mozilla Firefox, Google Chrome, Safari y Opera.

2. Elegir el navegador más adecuado

Los exploradores o navegadores son programas que buscan y muestran páginas web. Internet es una red de servidores interconectados, un océano de información, y los exploradores nos permiten navegar por él. La red nos ofrece infinidad de servicios: correo electrónico, gestión de compras, leer noticias, vídeos, etc., y el navegador es muy importante para acceder a ellos. Por ello, el explorador es una de las aplicaciones más importantes de nuestro equipo pues nos pasamos horas y horas conectados a Internet.

Son múltiples los navegadores web que existen en Internet, pero conocer cuáles son las características principales que les hacen destacar sobre sus competidores puede ser una tarea compleja a la hora de seleccionar el mejor navegador. No obstante, podemos aplicar cuatro pasos sencillos que nos ayudarán a elegir el mejor navegador web de Internet.

Paso 1: La Seguridad es lo más importante

Al principio todos pensamos que si un navegador es estéticamente agradable y sencillo de utilizar, debe contar con nuestra confianza y comenzamos a recomendarlo. Es un error frecuente, ya que dicho privilegio sólo deberíamos dárselo siempre y cuando fuese Seguro, no fácil de utilizar. La seguridad es mucho más importante de lo que nos imaginamos. El navegador web es la herramienta que más vamos a usar en Internet, así que por encima de todas las cosas debe ser muy seguro. No serlo se traduce en continuas ventanas emergentes de publicidad que no hacen más que molestar, además de fallos y cuelgues continuos de la aplicación.

En consecuencia, si queremos un buen navegador, que sea seguro.

Paso 2: Buen uso y gestión de la memoria RAM

La memoria RAM es la que permite abrir varias aplicaciones simultáneamente y que el ordenador pueda seguir trabajando con normalidad. Pero un mal uso o gestión de la misma hace que todo se vuelva lento y acabemos por desesperarnos en su uso. Para cada pestaña que abres en tu navegador con contenido web, se reserva un espacio en memoria. Si notamos que a partir de un número determinado de pestañas y/o ventanas abiertas el ordenador empieza a ralentizarse y trabajar con dificultad, deberíamos ir pensando en cambiar de navegador porque no está haciendo bien su trabajo.

Paso 3: Rápido abriendo la aplicación y cargando contenido web

La tecnología ha evolucionado tanto que cualquier navegador web debería abrirse en menos de 5 segundos y cargar el contenido de una página web en menos de 3 segundos. Tenemos que exigir al navegador web que sea rápido tanto al abrirse cuando hacemos doble clic sobre el icono del escritorio, como al cargar el contenido web de una página. No hay cosa más desesperante que tener que esperar demasiado para poder ver el contenido de una página web.

Paso 4: Muchas extensiones

Las extensiones, complementos o plugins (que son lo mismo) deben ser un requisito a la hora de elegir un navegador. Son funcionalidades que podemos añadir al explorador para adaptarlo a nuestros usos y necesidades. Esto permitirá mejorar el funcionamiento de un navegador y automatizar muchas de las cosas que solemos hacer en Internet, como completar formularios, descargas, etc.

• Descarga el cuestionario de preguntas. DESCARGAR
• Renombra el archivo descargado como "ej_navegadores".

• Ve al apartado "Navegadores".
• Contesta sólo a las cuestiones de este apartado.
• Guarda los cambios.

3. Exploradores: Mozilla Firefox

Tal y como hemos explicado anteriormente, se trata de un navegador gratuito y de código abierto que posee versiones para todas las plataformas software: Linux, Windows, etc. Nació en 2002 y ha ido creciendo hasta convertirse en el segundo navegador web más utilizado. A ello contribuye el hecho de su rapidez y su continua renovación y actualización.

3.1. Barra de navegación

Mozilla Firefox es un explorador intuitivo y sencillo de usar. Presenta una barra de navegación similar a otros exploradores, por lo es fácil acostumbrarnos a su interfaz. Entre sus botones principales destacan:

4. Configurar el navegador

4.1. Mostrar barra de menús

La nueva versión de Firefox lleva oculta por defecto la clásica barra de menús. Dicha barra proporciona acceso a todas las funcionalidades del navegador. El proceso para activarla es muy sencillo.

• Haz clic en el botón menú.
• En la ventana que de despliega, selecciona la opción Personalizar.

• Haz clic en el menú desplegable Mostrar / Ocultar barras de herramientas que se encuentra en la parte inferior de la pantalla y elige Barra de menús.

• Por último, haz clic en Terminar personalización.

Comprueba que ahora se muestra la barra de menús de Firefox:

4.2. Página de inicio

Podemos hacer que el navegador nos muestre una página de inicio cada vez que abrimos el programa. Para predeterminar cuál ha de ser esta página iremos al menú Editar → Preferencias (Linux) o Herramientas → Opciones (Windows). En el campo Página de inicio escribiremos la dirección que se desee.

4.3. Apariencia: tipos de letra y colores

Firefox, como cualquier otro programa, permite personalizar su apariencia, cambiando los tipos de letra y los colores de la interfaz. Lógicamente, en cualquier momento podemos deshacer los cambios y volver a su apariencia por defecto.

• Abre el navegador Firefox.
• Dentro del explorador, ve al menú Editar → Preferencias (Linux) o Herramientas → Opciones (Windows), pestaña Contenido.

• Ve al apartado Tipografías y colores. En Tipografía predet. podemos establecer el tipo de letra y tamaño por defecto. Cambia el tipo de letra y/o tamaño.
• Mediante el botón Colores podemos cambiar el juego de colores de nuestro navegador. Haz clic en el botón. Cambia los colores de texto o fondo.
• En el campo “Sustituir los colores especificados por la página con mis selecciones de arriba”, despliega la lista y elige la opción Siempre.
• Para finalizar, haz clic en Aceptar.

Para ver los cambios aplicados necesitamos salir del explorador y volver a entrar.

• Cierra el navegador Firefox.
• Vuelve a abrirlo.
• Comprueba que se han aplicado todos los cambios.

Apariencia del navegador

• Abre el navegador Firefox.
• Captura la pantalla.
• Guarda la pantalla capturada en tu carpeta personal.

• Abre el documento "ej_navegadores".
• Ve al apartado "Mozilla Firefox", subapartado "Tipografías y colores".
• Inserta la imagen capturada.

Restaurar aspecto original

• Dentro del explorador, ve al menú Editar → Preferencias (Linux) o Herramientas → Opciones (Windows), pestaña Contenido.
• Haz clic en el botón Colores.
• En el campo “Sustituir los colores especificados por la página con mis selecciones de arriba”, despliega la lista y elige la opción Solo con temas de alto contraste.
• Para finalizar, haz clic en Aceptar. Ahora volvemos a tener el aspecto original de Mozilla Firefox.

• Guarda los cambios.
• Sube el fichero "ej_navegadores" al portal.